Safety First: Preventing Heat Stress

by Adam Piccin Jun 5, 2024, 07:12 AM

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June 20 may be the first official day of summer, but the heat is already coming in strong. According to an estimate by the Centers for Disease Control and Prevention (CDC), there are approximately 702 deaths, 67,512 emergency room visits, and 9,235 individuals hospitalized per year due to environmental heat exposure.

As temperatures rise so does the risk of heat stress for solid waste and resource management professionals. These dedicated individuals work tirelessly to keep our communities clean and sustainable, often under the scorching sun or in hot environments.

Recognizing and preventing heat stress is essential for the wellbeing of industry workers and for the efficiency and safety of operations. Explore the risks of heat stress in the solid waste industry and provide practical tips to mitigate them.

Understanding Heat Stress

Heat stress occurs when the body's internal temperature regulation mechanisms are overwhelmed by external heat. In solid waste management, workers are exposed to various factors that can contribute to heat stress, including high temperatures, humidity, radiant heat from the sun, heavy protective clothing, and physical exertion. Prolonged exposure to these conditions can lead to heat-related illnesses such as heat exhaustion, heat cramps, and severe heat stroke.

Recognizing the Signs

It’s crucial for both workers and supervisors to recognize the early signs of heat stress. Symptoms may include excessive sweating, dizziness, nausea, headache, rapid heartbeat, weakness, and confusion. Ignoring these signs can lead to serious health consequences and even fatalities. Therefore, swift action is necessary at the first indication of heat-related discomfort.

Preventative Measures

Preventing heat stress requires a proactive approach that addresses both environmental and individual factors. Here are some strategies that solid waste and resource management professionals can implement:

  • Work Schedule: Schedule demanding tasks during cooler parts of the day, such as early morning or late afternoon. Rotate workers to minimize prolonged exposure to heat and provide shaded rest areas for breaks.
  • Training and Awareness: Educate workers about the risks of heat stress and how to recognize its symptoms. Train supervisors to monitor conditions and respond appropriately to signs of distress.
  • Hydration: Encourage workers to drink plenty of water throughout the day, even if they don't feel thirsty. Provide access to cool drinking water on-site and remind employees to take regular breaks for hydration.
  • Clothing and Personal Protective Equipment (PPE): Choose lightweight, breathable clothing that allows for ventilation and moisture wicking. Consider using cooling vests or other PPE designed to reduce heat stress while providing necessary protection.
  • Acclimatization: Allow new employees or those returning from extended leave to gradually acclimate to working in hot environments. Start with shorter shifts and gradually increase exposure over time.
  • Environmental Controls: Implement engineering controls such as shade structures, fans, or misting systems to reduce ambient temperatures in work areas. Whenever possible, automate or mechanize tasks to minimize physical exertion in hot conditions.
  • Emergency Preparedness: Have protocols in place for responding to heat-related emergencies, including access to first aid supplies and procedures for seeking medical assistance if needed.

Heat stress is a serious occupational hazard that affects solid waste and resource management professionals, especially during the summer months. By prioritizing the health and safety of workers and implementing preventive measures, organizations can reduce the risk of heat-related illnesses and injuries. SWANA encourages its members to remain vigilant and proactive in addressing heat stress to ensure a safe and productive work environment for all. Together, we can beat the heat and continue to serve our communities with dedication and resilience.

SWANA is committed to promoting practices that prioritize the health and safety of industry professionals.


Prevención del estrés por calor

El verano comienza oficialmente el 20 de junio, pero el calor ya se siente intensamente. Según una estimación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), hay aproximadamente 702 muertes, 67.512 visitas a la sala de emergencias y 9.235 personas hospitalizadas por año debido a la exposición al calor ambiental.

A medida que aumentan las temperaturas, también aumenta el riesgo de estrés por calor para los profesionales de gestión de recursos y desechos sólidos. Estas personas trabajan con dedicación e incansablemente para mantener nuestras comunidades limpias y sostenibles, a menudo bajo el sol abrasador o en ambientes calurosos.

Es imperativo poder reconocer y prevenir el estrés por calor para el bienestar de los trabajadores de este sector, así como la eficiencia y seguridad de las operaciones. Descubra los riesgos del estrés por calor en la industria de desechos sólidos, así como consejos prácticos sobre cómo disminuirlos.

¿Qué es estrés por calor?

El estrés por calor ocurre cuando los mecanismos que regulan la temperatura interna del cuerpo se ven desbordados por el calor externo. En la gestión de desechos sólidos, los trabajadores están expuestos a diversos factores que pueden contribuir al estrés por calor, como las altas temperaturas, la humedad, el calor radiante del sol, la ropa de protección pesada y el esfuerzo físico. La exposición prolongada a estas condiciones puede provocar enfermedades relacionadas con el calor, como agotamiento por calor, calambres por calor e insolación grave.

Signos del estrés por calor

Es fundamental que tanto los trabajadores como los supervisores reconozcan los primeros signos de estrés por calor. Los síntomas pueden incluir sudoración excesiva, mareos, náuseas, dolor de cabeza, taquicardia, debilidad y confusión. Ignorar estos signos puede tener consecuencias graves para la salud e incluso la muerte. Por lo tanto, es necesaria una acción rápida ante el primer indicio de malestar relacionado con el calor.

Medidas preventivas

Prevenir el estrés por calor requiere un enfoque proactivo que aborde los factores medioambientales e individuales. Estas son algunas de las estrategias que los profesionales de la gestión de recursos y desechos sólidos pueden implementar:

  • Horario de trabajo: Programe tareas exigentes durante las horas más frescas del día, como temprano por la mañana o al final de la tarde. Alterne a los trabajadores para minimizar la exposición prolongada al calor y proporcione zonas de descanso bajo la sombra para las pausas.
  • Capacitación y concientización: Instruya a los trabajadores sobre los riesgos del estrés por calor y sobre cómo reconocer sus síntomas. Capacite a los supervisores para que vigilen las condiciones y respondan adecuadamente a las primeras señales de malestar.
  • Hidratación: Anime a los trabajadores a beber mucha agua durante el día, incluso si no tienen sed. Proporcione acceso a agua potable fría en el lugar de trabajo y recuerde a los empleados que deben hacer pausas periódicas para hidratarse.
  • Ropa y equipos de protección personal (EPP): Elija ropa ligera y transpirable que permita la ventilación y la evaporación de la humedad. Considere el uso chalecos refrigerantes u otros EPP diseñados para reducir el estrés por calor y proporcionar la protección necesaria.
  • Aclimatación: Permita que los nuevos empleados o aquellos que regresan de un largo periodo de ausencia se aclimaten a trabajar en ambientes calurosos. Empiece con turnos más cortos y aumente la exposición gradualmente con el tiempo.
  • Controles ambientales: Implemente controles de ingeniería como estructuras de sombra, ventiladores o sistemas de nebulización para reducir la temperatura del ambiente en las zonas de trabajo. Siempre que sea posible, automatice o mecanice las tareas para minimizar el esfuerzo físico en condiciones de calor.
  • Preparación para emergencias: Prepare protocolos para a emergencias causadas por el calor, incluyendo el acceso a suministros de primeros auxilios y procedimientos para solicitar asistencia médica en caso de necesitarla.

El estrés por calor es un riesgo laboral grave que afecta a los profesionales de la gestión de recursos y desechos sólidos, especialmente durante los meses de verano. Al priorizar la salud y la seguridad de los trabajadores e implementar medidas preventivas, las organizaciones pueden reducir el riesgo de enfermedades y lesiones relacionadas con el calor. SWANA alienta a sus miembros a permanecer atentos y proactivos a la hora de abordar el estrés por calor para garantizar un entorno de trabajo seguro y productivo para todos. Juntos podemos combatir el calor y seguir sirviendo a nuestras comunidades con dedicación y resiliencia.

SWANA se compromete a promover prácticas que prioricen la salud y seguridad de los profesionales de la industria.


Prévenir le stress thermique

Le 20 juin est peut-être le premier jour officiel de l’été, mais la chaleur est déjà bien présente. Selon une estimation des Centers for Disease Control and Prevention (CDC), environ 702 décès, 67 512 visites aux urgences et 9 235 hospitalisations par an sont liés à l’exposition à la chaleur excessive.

La hausse des températures s’accompagne d’un risque de stress thermique pour les professionnels de la gestion des déchets solides et des ressources. Ces personnes dévouées travaillent sans relâche afin de maintenir nos collectivités propres et durables, souvent sous un soleil brûlant ou à des températures très élevées.

Il est essentiel de reconnaître et de prévenir le stress thermique pour assurer le bien-être des travailleurs de ce secteur ainsi que l’efficacité et la sécurité des activités de collecte. Découvrez les risques de stress thermique dans le secteur des déchets solides et trouvez des conseils pratiques pour les atténuer.

Comprendre le stress thermique

Le stress thermique survient lorsque les mécanismes de régulation de la température interne de l’organisme sont dépassés par la chaleur externe. Les travailleurs du secteur de la gestion des déchets solides sont exposés à divers facteurs qui peuvent contribuer au stress thermique, notamment les températures élevées, l’humidité, la chaleur rayonnante du soleil, les vêtements de protection épais et l’effort physique. Une exposition prolongée à de telles conditions peut entraîner des maladies liées à la chaleur comme l’épuisement par la chaleur, les crampes de chaleur et les coups de chaleur graves.

Reconnaître les signes

Il est essentiel que les travailleurs et les superviseurs reconnaissent les premiers signes de stress thermique. Les symptômes peuvent inclure une transpiration excessive, des vertiges, des nausées, des maux de tête, un rythme cardiaque rapide, de la faiblesse et de la confusion. Ignorer ces signes peut avoir des conséquences graves, voire mortelles, sur la santé. Il convient donc d’agir rapidement dès les premiers signes d’inconfort lié à la chaleur.

Mesures préventives

La prévention du stress thermique nécessite une approche proactive qui tient compte à la fois des facteurs environnementaux et des facteurs individuels. Voici quelques stratégies que les professionnels de la gestion des déchets solides et des ressources peuvent mettre en œuvre :

  • Horaire de travail : Prévoyez de réaliser les tâches exigeantes pendant les heures les plus fraîches de la journée, comme tôt le matin ou en fin d’après-midi. Effectuez une rotation des travailleurs afin de minimiser l’exposition prolongée à la chaleur et prévoyez des zones de repos ombragées pour les pauses.
  • Formation et sensibilisation : Sensibilisez les travailleurs aux risques de stress thermique et à la manière d’en reconnaître les symptômes. Formez les superviseurs à surveiller l’état des travailleurs et à réagir de manière appropriée aux signes de détresse.
  • Hydratation : Encouragez les travailleurs à boire beaucoup d’eau tout au long de la journée, même s’ils n’ont pas soif. Fournissez un accès à de l’eau potable fraîche sur le site et rappelez aux employés de faire des pauses régulières pour s’hydrater.
  • Équipement de protection individuelle (ÉPI) : Choisissez des vêtements légers et perméables à l’air qui permettent la ventilation et l’évacuation de l’humidité. Envisagez l’utilisation de gilets de refroidissement ou d’autres ÉPI conçus pour réduire le stress thermique tout en offrant la protection nécessaire.
  • Acclimatation : Permettez aux nouveaux employés ou à ceux qui reviennent d’un congé prolongé de s’habituer progressivement à travailler dans des environnements chauds. Commencez par des quarts de travail plus courts et augmentez progressivement l’exposition au fil du temps.
  • Contrôles environnementaux : Mettez en place des mesures de contrôle telles que des structures offrant de l’ombre, des ventilateurs ou des systèmes de brumisation pour réduire la température ambiante dans les zones de travail. Dans la mesure du possible, automatisez ou mécanisez les tâches pour minimiser l’effort physique par temps chaud.
  • Préparation aux urgences : Mettez en œuvre des protocoles visant à répondre aux urgences liées à la chaleur, y compris l’accès à des fournitures de premiers soins et des procédures de demande d’assistance médicale si nécessaire.

Le stress thermique est un risque professionnel grave qui touche les professionnels de la gestion des déchets solides et des ressources, en particulier pendant les mois d’été. En donnant la priorité à la santé et à la sécurité des travailleurs et en mettant en œuvre des mesures préventives, les organisations peuvent réduire le risque de maladies et de blessures liées à la chaleur. SWANA encourage ses membres à demeurer vigilants et proactifs dans la lutte contre le stress thermique afin d’assurer un environnement de travail sécuritaire et productif pour tous. Ensemble, nous pouvons vaincre la chaleur et continuer à servir nos collectivités avec dévouement et résilience.

SWANA s’engage à promouvoir des pratiques qui donnent la priorité à la santé et à la sécurité des professionnels de l’industrie.